Ayer fui a comprar al chino, y la señora cajera se equivocó.. Le pedí una tarjeta Movistar de 20 y me dio una de 30..
Yo, colgada como soy, ni cuenta me di. La guardé en el bolsillo del bermuda, pagué y me fui. Llego a la esquina y la saco, para ver si me dio bien (más de una vez se confunde de compañía, o me da las de control para teléfonos fijos)...
Ahi veo que era de 30 y tuve una confrontación muy profunda con mi lado angelical y mi costado maléfico..
Como resultado, la Mel honesta le ganó a la malvada, volví al mercadito y le dije: Cinthia, te equivocaste, la tarjeta era de 20.
A lo que ella se pone contenta, me dice Glacias!, me cambia el producto por uno correcto y me regala un caramelo Palito de la Selva.
Acto seguido, volví a mi casita feliz, con la conciencia tranquila, y con mi lado malito reprochándome la estupidez de haber sido buena..
Pasa que sino después la china viene a hacer sus necesidades en mi baño y la venganza puede ser terrible..
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